Cuando comencé a escribir este blog hace poco más de un año tenia clarísimo que siempre escribiría sobre lo que mi corazón me dictara o hacia donde él me llevara. Hoy ante imágenes como esta, que circula en los medios, necesito compartir lo que en estos instantes siento.
¿Cómo ser
indiferente ante las cosas que suceden a tu alrededor? El dolor de los demás no nos puede dejar
indiferentes !Qué semanas más tristes y violentas se están viviendo! Pueblos
que deberían vivir como hermanos, matándose los unos a los otros.
Cuando escuchamos las noticias o vemos imágenes de la encarnizada lucha de Israel y Palestina incomprensible para nosotros, llena de radicalismos y fanatismos, terrorismo y muerte, sufrimiento y desesperación, la impotencia y el desgarro que nos produce, nos hiela el corazón y el alma...
La guerra ha acompañado a la historia de la Humanidad desde siempre. Antes se pensaba que eran necesarias para obtener ciertas cosas; hoy, nos preguntamos, una guerra, ¿para qué?
En la guerra no hay ni vencedores ni vencidos. En la
guerra siempre se pierde... Parece ajeno y distante lo que sucede en Oriente,
pero conocer la historia del conflicto, la agresión de Israel contra los
palestinos, no nos puede resultar
indiferente... Me impresiona y me duele cuando leo la opinión en ciertos medios
a favor o en contra de palestinos o judíos, en lugar de declararse en contra de
la guerra. Tendría que estar prohibido quedarse indiferente ante la tragedia,
ante el dolor ajeno...
Siento un inmenso dolor: ante la violencia, ante la
injusticia, ante la discriminación, ante la impunidad, ante el mal trato hacia las de personas... Y puedo seguir mucho más... Pero los niños que tanto me duelen, son los que menos aún tendrían que vivir este sufrimiento... No puedo,
ni debo, ni quiero ser indiferente ante atrocidades como estás...
Imagen de la red.
Y ante tanto dolor... Recemos, contribuyamos con nuestra oración a que todos los pueblos de la tierra progresen, en la justicia y la concordia, libres de la pobreza, de la violencia y de la guerra.
"Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios".(Mt 5,9).
Rezo, y rezaré llenando mi corazón con oraciones que me llevan al lado del que más sufre...
"Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios".(Mt 5,9).
Rezo, y rezaré llenando mi corazón con oraciones que me llevan al lado del que más sufre...
"La paz exige cuatro
condiciones esenciales: Verdad, justicia, amor y libertad.
¡Nunca más la guerra! ¡Nunca más la guerra! que destruye la vida de los inocentes, que deja tras de sí un rastro de rencores y odio, y hace más difícil la solución de los problemas que la provocaron "Juan Pablo II
¡Nunca más la guerra! ¡Nunca más la guerra! que destruye la vida de los inocentes, que deja tras de sí un rastro de rencores y odio, y hace más difícil la solución de los problemas que la provocaron "Juan Pablo II
Y es que el Papa Wojtyla vivió en su propia carne los horrores de la guerra. «Yo sobreviví a la Segunda Guerra Mundial y por ello debo decir nunca más a la guerra», proclamaba justo antes de iniciarse la guerra de Irak. Por convencimiento y por experiencia, Juan Pablo fue el Papa de la paz.