martes, 29 de octubre de 2024

SÉPTIMO ARTE...




Hace ya varios años escribí este post donde ponía mi manifiesto y admiración por el séptimo arte, hoy en ésta fría tarde otoñal vuelvo a gozar ésta gran película; acurrucada en el sofá con manta incluida la veo y disfruto, me sumerjo y deleito, con cada escena interpretada magistralmente por Mery Streep, Robert Redford, sin olvidar a Klaus Maria Brandauer, y Michael Kitchen. 
Por todo ello mi más ferviente admiración por éstos grandes actores donde sus diálogos nos hacen sentir y revivir sus mismas sensaciones...



                              Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong... 
                                                 
                                                        
                                    

Así comienza Memorias de África, película dirigida por Sydney Pollack. Donde pone todos nuestros sentimientos y sensaciones a flor de piel. Toda ella es una obra de arte. Es una belleza en todos los sentidos, desde el principio al fin. La banda sonora magnifica del compositor británico John Barry,  no podemos concebirla la una sin la otra.

La fotografía captadas por la cámara de Watkin Ganó, son un poema visual. Donde  nos va trasladando al mismo ambiente, y casi sin darnos cuenta, nos adentramos, en la misma atmósfera  de quietud y armonía que están viviendo sus personajes. 






Esta película ha marcado la historia del cine y a veces también la nuestra. Porque, si sabemos observarla, analizarla y meternos en ella, las emociones que podemos tener son infinitas; hacen que fluyan los sentimientos más profundos de nuestro ser...
                    

                                                                               


El séptimo arte es una de las tantas aficiones que tengo y esta película en particular se encuentra entre mis favoritas, por varias razones, no solo por crear unos personajes maravillosos y emocionantes si no por dejar que nuestra imaginación vuele... 

Para mí es admirable cómo alguien puede contar una historia en dos horas, meternos de lleno en ese mundo tan mágico, tan apasionante. Donde gozamos y sufrimos, de placer o sufrimiento.
El cine es la creatividad hecha arte.

                                                 
                                                  
      
¿Quién no recuerda esos diálogos maravillosos, donde a veces nos hace sentir en completa sintonía con el personaje?
"He viajado mentalmente; el viaje mental, no necesita comer, ni dormir, ni entretener..." Las decía Meryl Streep a un ensimismado Robert Redford que escuchaba embelesado los bellos cuentos que ella le contaba. Esta secuencia magistralmente interpretada por esta maravillosa actriz, trae a mi memoria recuerdos imborrables.
Mi infancia 


                                                                                                                

Mi infancia, siempre estuvo rodeada de fantasía. Al lado de mi madre, ella, al igual que  Karen, era una gran contadora de cuentos; tenía ese gran don: en sus personajes siempre había una protagonista.
Una niña de trenzas doradas y cara pecosa, donde siempre me hacía sentir protagonista. Y al igual que Robert Redford  podía pasar largas horas escuchándola.

Ahí empezó, mi afición a los cuentos, relatos, poesía. Y en mi mundo de niña, iban creciendo conmigo personajes y heroínas, que han ido marcando mi carácter y quizás mi modo de contemplar la vida...                                                                                             


Las historias de amor aún si querer, a veces se acaba. Un final trágico y triste como la vida misma...                            


Cuando ganaste la gran carrera
el pueblo entero salió a aclamarte.
Jóvenes y ancianos te vitoreaban
mientras a hombros te llevábamos.
Sabio aquél que sabe escapar pronto
allí donde la gloria no perdura.
Pues aunque pronto crece el laurel
mucho antes que la rosa se marchita.
Pero tú no seguirás el camino
de aquellos que malgastaron su gloria.
Corredores cuya fama se extendió
aunque su nombre perduró menos que ellos.
Ante esa joven cabeza laureada
contemplarán su cuerpo inerte
y descubrirán entre los rizos de su pelo
una guirnalda aún sin marchitar.  A.E.Housman





                    
Así, es el cine a veces nos abre la puerta a la melancolía, a los recuerdos, a la nostalgia. Una invitación a recordar el pasado, que nunca volverá.
                           


  Memorias de África es un libro de memorias de Isak  Dinesen, el seudónimo literario utilizado por la escritora y baronesa danesa Karen von Blixen-Finecke. El libro, que fue publicado en 1937,  relata eventos relacionados con el período de diecisiete años que Blixen pasó en su hogar en Kenia, entonces parte de África Oriental Británica. El libro es una reflexión lírica de la vida de Blixen en su plantación de café, como así mismo un tributo a ciertas personas que causaron una impresión durante su vida en aquellas latitudes. El libro es también una vívida fotografía de la vida colonial en África durante las postrimerías del Imperio británico
En 1985, Sydney Pollack dirigió la película basada en esta obra, con Meryl Streep y Robert Redfort. La película no es una adaptación literal del libro, el libreto fue realizado por Kurt Luedtke basándose en gran medida en dos biografías de Blixen, es un relato cronológico comprimido del período de Blixen en Kenia que se concentra particularmente en su matrimonio con problemas y su relación con Finch Hatton. La película incluye algunos trozos de narración poética de Blixen y algunos de los episodios relatados en el libro. La mayoría de los personajes principales son llamados por sus nombres reales.
Out of África ganó siete premios Oscar, incluido Mejor Película, Mejor Director y Mejor adaptación cinematográfica.