domingo, 1 de marzo de 2015

AZAHAR


                                  

                                           
Llega marzo y poco a poco a poco, se va acercando la primavera. Atrás van quedando los días de lluvias, nieve y vientos, las nubes antes grises van desapareciendo, dejando un cielo pintado de azul celeste donde el sol majestuoso y brillante se levanta cada mañana despertando a los pájaros cantores. En esta estación la Naturaleza siempre es capaz de provocar su efecto magnético, casi mágico, llevándonos durante unos instantes al éxtasis, cuando absortos en su contemplación nos muestra toda su belleza, por medio de un sinfín de maravillas naturales.


Pronto muy pronto en esta ciudad y en muchas ciudades de mi querida Andalucía el azahar abrirá sus capullos y nos llenará de aromas suntuosos que irá envolviendo con su delicioso perfume sus calles, parques y avenidas.





                                                                   
     
En los meses de abril y mayo los naranjos repletos de azahar con su penetrante y dulzón aroma nos acompañarán, poniendo todo el encanto de sus flores blancas al alcance de nuestra vista.
Sentir y respirar su aroma es una caricia para nuestra alma, y un deleite para nuestros sentidos...


                                                  
                                                                                   
 


La naranja es un poderoso antioxidante por la gran cantidad de Vitamina C que contiene, por ello favorece la cicatrización, y refuerza el sistema inmunológico de organismo. También contiene calcio, magnesio, beta caroteno, ácido fólico, fósforo, potasio, zinc. La flor del naranjo, el azahar; ha sido símbolo de los enlaces matrimoniales. Esta bella y perfumada flor, frecuente en regiones templadas. fue trasladada a Sicilia y España, en la Alta Edad Media por los musulmanes.  


El limonero al igual que el naranjo abre sus flores de azahar y nos ofrece sus hermosos frutos                                            
                                                  
“La hoja cuando ama, se transforma en flor. La flor cuando ama se 
convierte  en fruto”. Rabindranath Tagore 


El limonero es un árbol cítrico perenne, muy parecido al naranjo. Esta fruta ácida de color chillón es antiséptica, desinfectante y proporciona vitaminas y sales minerales. Tiene un alto contenido en Vitamina C, que es un antioxidante aumenta la actividad de las defensas naturales, neutraliza las toxinas, incrementa la capacidad de absorción del hierro. Sus flores blancas de azahar tienen una fragancia dulce, intensa.
El tronco de este árbol es leñoso, de color amarillento y muy ramificado. Su madera, dura y amarilla, se utiliza en ebanistería .El limonero fue introducido por los árabes en el área mediterránea entre los años 1.000 a 1.200.
La mitología griega nos habla de la existencia de un “Árbol de las manzanas de oro”, que era la joya del mitológico Jardín de las Hespérides.
Aficionados a la botánica llaman al limón con el nombre genérico de “hesperidio”, que deriva del nombre del Jardín de las Hespérides.