jueves, 1 de diciembre de 2016

AUNQUE ME TIEMBLE EL ALMA...





Ha llegado el otoño, el aíre cálido del verano donde sus días parecían eternos, con un adiós melancólico se despide. Sin rumbo fijo camino, dejándome guiar por este aire fresco, que recorre todo mi cuerpo... El otoño me gusta, porque me deja explorar, descubrir por mi misma ésta realidad natural que en estos momentos veo y siento.




Árboles que parecían eternamente jóvenes van dejando al descubierto sus ramas. Despojándose lentamente de sus hojas; que caen silenciosamente sobre la tierra. En el suelo a sus píes una alfombra de ocres colores.

                                                                               



El verde poco a poco se va esfumando para dar paso a los amarillos, los rojos y naranjas. Un manto de silencio cubre la Naturaleza... Es la antesala del sombrío y frío invierno que acecha a la vuelta de la esquina.

Amo el otoño, será, tal vez, porque cada día que pasa está más cerca de mí. La naturaleza me enseña y de ella aprendo los ciclos de mí vida... Mientras más observo más consciente soy de lo que ella me ofrece y más amo la vida.
Este tiempo otoñal no sé a dónde me llevará... Pero sé que caminaré, dejándome guiar por mi instinto, gozando de la oportunidad de vivir...dejándome llevar...fluyendo al compás del tiempo aunque a veces me tiemble el alma..