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lunes, 1 de marzo de 2021

¿ QUE ES EL AMOR...?






Dicen: “Que el amor es la quintaesencia del noble arte de vivir” Quién lo dijo sabía bien lo que decía... De todas las emociones que podemos sentir a lo largo de nuestra vida el amor es el más beneficioso. Para la persona que lo siente y el que lo recibe.



                                       El beso-Gustav Klimt (eichische Galerie, Belvedere, Viena)      
                                        

Y yo pregunto: ¿Quién es el primer beneficiario del amor? ¿Por qué nos resulta tan difícil engendra un amor incondicionalmente...? ¿Amamos esperando que corresponda a nuestro amor.? 
Encontrar las respuestas, es empezar amar, porque el amor no es sacrificio ni renuncia, simplemente dar sin esperar recibir. Aunque vivimos en una sociedad donde damos esperando recibir...

El amor entre un hombre y mujer aparece cuando menos te lo esperas. Está danzando en el aire, entra en nuestras vidas sutilmente, como la brisa... Se siente pero no se ve. Si se viera estaríamos atentos pero llega y ¡zas, te enamoras!

Viniste a mí, sin  buscarte. 
Nada pedía y te encontré...
No cierres la puerta que el amor te llama ¿Me llama...?
 !No quiero amor que luego se acaba...!

Es lo más preciado que podemos tener en nuestras vidas. Todos tenemos la capacidad de amar, aunque algunos la desarrollan más que otros.
Otras personas sin embargo no expresan sus emociones de manera habitual, nunca logran expresar sus sentimientos ni siquiera en los momentos en que expresarlos sería la mejor decisión, se sienten limitados, controlando éste hermoso sentimiento, quizás por alguna triste experiencia en su pasado.
                                  
               Psique reanimada por el beso del amor.Antonio Canova (Museo del Louvre.  
        

Conjugar el verbo amar no es difícil, simplemente hay que saber ponerlo en práctica... 
Saber amar, y amar incondicionalmente es un verdadero beneficio para el que lo experimenta. Nos hace sentir en paz, tranquilo, libres, seguros... El verdadero amor no sabe de exigencias, imposiciones, reproches, resentimientos, no es posesivo, está libre de cadenas, no se extingue... El amor siempre está ahí para todas las personas que saben amar...
¡Amar y que nos amen es alcanzar las estrellas!

Leer este hermoso poema de este gran poeta mexicano, Amado Nervo quizás nos haga reflexionar sobre este puro sentimiento llamado amor... 

                                                        
                                                                 Llénalo de amor

Siempre que haya un hueco en tu vida, llénalo de amor.
Adolescente, joven, viejo:
siempre que haya un hueco en tu vida, llénalo de amor.
En cuanto sepas que tienes delante de ti un tiempo baldío, ve a buscar amor.
No pienses: 'Sufriré'.
No pienses: 'Me engañarán'.
No pienses: 'Dudaré'.
Ve, simplemente, diáfanamente, regocijadamente, en busca del amor.
¿Qué índole de amor?
No importa.
Todo amor está lleno de excelencia y de nobleza.
Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas...
Pero ama siempre.
No te preocupes de la finalidad del amor. Él lleva en sí mismo su finalidad.
No te juzgues incompleto porque no responden a tus ternuras; el amor lleva en sí su propia plenitud.
¡Siempre que haya un hueco en tu vida, llénalo de amor!















jueves, 13 de agosto de 2020

VIVENCIAS DEL CAMINO


  


Hay momentos  en la vida donde debemos hacer un paréntesis y alejarnos de nuestra vida cotidiana para poner un poco de paz  en nuestro mundo interior.

Si logras amistarte con tu corazón te puedo garantizar que nunca te sentirás sól@ tendrás la suficiente valentía para cada proyecto que desees emprender y para cada decisión que necesites tomar.

Estos fueron los pensamientos que me llevo hacer en solitario, el Camino de Santiago, en Agosto del 2010. Una de las experiencias  más gratificante  que he tenido en mi vida.

Como amante del  senderismo  y la naturaleza,  fue un gozo para mis sentidos  por sus paisajes llenos de contrastes, paz y silencio sintiendo en cada recodo del camino sensaciones que llenaban todas las fibras de mí ser.

La lluvia es fina, suave… Acaricia mi cara, gotean las hojas de los eucaliptos, el olor que desprende cada vez es más intenso...

La tierra  bebe se alimenta de éste don generoso, el olor a tierra mojada lo impregna todo...
Yo… Disfruto de todas estas sensaciones, vida... más vida... más vida... 

En ésta fusión con la tierra y el agua empiezo a subir una pendiente de piedras resbaladizas por el agua que empapa mis pies, la subo despacio... Despacio… disfrutándola...Mis cinco sentido en alerta, sintiendo en todo mí ser cansancio y gozo al mismo tiempo, siendo consciente que estos momentos que estoy viviendo son irrepetibles y únicos. Después de subir ésta hermosa cuesta por todas las sensaciones que me ha hecho vivir, entro en la provincia de la Coruña.
                                                                       

Las conífera, pinos y eucaliptos gigante que se entrelazan, siguen siendo mis únicos compañeros de viaje.




Vivencias del camino

El camino se va estrechando a medida que avanzo empiezo a  escuchar el sonido de una campana ¿qué será….? Sigo caminando… A lo lejos veo una manada de vacas lecheras, de color marrón  gordas  y hermosas con la ubres llenas de leche.


                                                                         

                                                                    
           
                                                              

Vienen de frente hacia mi ¡Dios mío! ¿Qué hago?  miro a mi alrededor  el camino es estrecho con alambres a ambos lado. ¡No tengo donde cobijarme! oigo una voz que me dice.

-No se asuste, son muy buenas, quédese quieta, sin hacer ruido y no tenga miedo.
Me miro el jersey  que llevo puesto  ¡de color rojo¡

 (En estos momentos me gustaría ser como Pulgarcito y meterme en un repollo de los muchos que hay en el camino). Pero vuelvo a la realidad y veo que las tengo delante de mí.


                                                          


                                          

    
Me quedo quieta mejor dicho  ¡inmóvil! por el rabillo del ojo las veo pasar una a una por mi lado. No me atrevo a mirarlas...

Pasan rozándome por el cuerpo y pienso ¡qué valor tienen los toreros! Quiero tranquilizarme,  los minutos se me hacen eternos. ¡Por fin! veo a la chica que me dice:

¿Ha pasado miedo…?

Su perro un pastor alemán empieza a lamerme y a mover el rabo, lo acaricio.Tranquilizándome le contesto a la chica:

Figúrate  sola,  con estas vacas delante de mí... Ella se ríe…, y empezamos a reírnos  juntas, yo con risa nerviosa, ella se ríe de ver mi cara de susto...

Sigue hablando y comenta - Es complicado pasar las vacas de un prado a otro pero…, no tengo otro lugar para hacerlo. El camino  hay que compartirlo con los peregrinos.


                                                     

                                                                              

                                                                               

                                                                      

Ellas duermen en un establo por la noche, por la mañana tengo que llevarla a comer al prado. Procuro hacerlo cuando no veo ningún peregrino. Esta vez cuando me doy cuenta estaba usted delante ya no había marcha atrás. Son muy buenas si no se les provocan...

-Contesto - Ya… ya…, le digo un poco asustada, espero que la próxima vez si me encuentro otra manada de vacas el camino sea más ancho y así poder disfrutar del espectáculo, pero sin miedo...

Me despido de ella y Damián su perro,se pone a dos patas encima de mí  dándome un abrazo de despedida. “Buen camino “- contesto-  “buen camino”.


                                                                       
Esta situación vivida me llevó por un instante a pensar en la  muerte. El miedo a morir a veces nos puede provocar, ansiedad y obsesiones, quizás pasamos  demasiado tiempo inútilmente, pensando en nuestra propia muerte aun a sabiendas que la muerte va ligada a nuestra vida.

Desde el momento que nacemos  conocemos el final de nuestro destino, sin embargo el temor a morir puede ser tan intenso pensando que algo malo nos sucederá,que nos provoca estados de tristeza quitándonos  felicidad al momento que nos ha tocado vivir.



Mario Benedetti, bien supo expresarlo  “Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida”.

 Todos somos mortales. Al nacer traemos fecha de caducidad y aceptarlo no implica tener que vivir una vida llena de angustias y miedos.

Quiero y deseo  disfrutar de los días de mi vida. Aprendiendo a vivir con una realidad que no puedo ni podemos, cambiar. 

La vida es demasiado hermosa para disfrutarla y vivir ...Sin temor a nada...



Nadie como el poeta Pablo Neruda supo expresarlo mejor

 "Muere lentamente quien no viaja,quien no lee,quien no oye música,

quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente

quien destruye su amor propio,

quien no se deja ayudar.

Muere lentamente

quien se transforma en esclavo del hábito

repitiendo todos los días los mismos

trayectos,

quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su
vestimenta
o bien no conversa con quien no
conoce.
Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino
de emociones,
justamente estas que regresan el brillo
a los ojos y restauran los corazones
destrozados.
Muere lentamente
quien no gira el volante cuando está infeliz
con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir
detrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos...
¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡Hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡NO TE IMPIDAS SER FELIZ! "   

                                           
Pablo Neruda
Nombre completo: Neftalí Ricardo Eliecer Reyes Basoalto, con el seudónimo Pablo Neruda
Lugar de nacimiento: Parral, Chile
Fecha de nacimiento: 12 de julio de 1904
Murió: 23 de septiembre de 1973
Géneros literarios: Poesía

miércoles, 22 de enero de 2020

INVIERNO




                                                                           

   

En esta época de nieve, lluvia, frío... Todo se detiene... En ésta estación invernal, aquí en mi hogar en éste remanso de paz y sosiego. 

Al caer la tarde a través de los cristales, observo como pían algunos pájaros. Intentan cobijarse  en las ramas de los árboles, desvestidos, de sus hojas, que volaron, al compás  del viento... Ellos al igual que yo, esperan un nuevo día... 
                                                                                 

                                         
A lo lejos en un cielo plomizo el sol, ofreciéndome los últimos destellos de su luz...
                                                                            


                                               
El día va deshaciéndose... En una caricia tan suave que apenas roza mi piel... En esta tarde de quietud, la poesía  de Antonio Machado  me aviva, me despierta...
En este invierno mio, su invierno... Vuelve a estar presente. Uniéndonos en sensaciones... Con la misma intensidad de aquel tiempo ya vivido...

                                                                              Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados,
sobre los campos, llueve.
Pintaron de gris el cielo
y el suelo se fue abrigando con hojas,
se fue vistiendo de otoño.
La tarde que se adormece
parece un niño que el viento mece
con su balada en otoño.
Una balada en otoño,
un canto triste de melancolía,
que nace al morir el día.
Una balada en otoño,
a veces como un murmullo,
y a veces como un lamento
y a veces viento.
Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados
sobre los campos, llueve.
Te podría contar
que esta quemándose mi último leño en el hogar,
que soy muy pobre hoy,
que por una sonrisa doy
todo lo que soy,
porque estoy solo
y tengo miedo.
Si tú fueras capaz
de ver los ojos tristes de una lámpara y hablar
con esa porcelana que descubrí ayer
y que por un momento se ha vuelto mujer.
Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados…
Entonces, olvidando
mi mañana y tu pasado
volverías a mi lado.
Se va la tarde y me deja
la queja
que mañana será vieja,

 de una balada en otoño.

Es invierno llueve  y hace frío... ¡Cuántas sensaciones... Amo está estación  llena de contrastes!





lunes, 22 de octubre de 2018

LA PALABRA HECHA POESÍA

                                             
                                                                         
                                                     
                                                                               
                                                                 
                                                                 

       

 Leer a Rosalia de Castro, la poeta sensible, dulce, frágil, melancólica... Es todo un placer... Su sensibilidad, hace de lo que escribe un encuentro donde lo cotidiano lo simple, se vuelve bello.

 La poesía por su naturaleza es un arte que nos ayuda a profundizar en nuestras emociones. Escribir poesía, es saber transmitir de una manera clara, imaginativa, descriptiva, sensible haciendo llegar al lector nuestro mensaje escrito. Es todo un arte.  Es unir nuestro sentir con la persona que nos lee...

 Hoy en esta tarde otoñal donde la poesía cabalga conmigo, estas hermosas palabras hecha poesía, que escribió Rosalia de Castro sintiendo una gran admiración hacia su obra en todo su sentir, quiero hacerlas mía...


"Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,
De mí murmuran y exclaman:
—Ahí va la loca soñando
Con la eterna primavera de la vida y de los campos,
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.

—Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
Con la eterna primavera de la vida que se apaga
Y la perenne frescura de los campos y las almas,
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.

Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos? "

                                                                            Rosalia de Castro
                                           

       
                                                         


                        

Nacida en Santiago de Compostela en el año 1837 y fallecida en La Coruña en 1885. Rosalía escribe sus primeros poemas a los 12 años. A los 19 se traslada a Madrid, allí conoce a críticos literarios, pensadores y periodistas. Y le publican su primer libro de poesía: “La Flor”. Su obra, está escrita en castellano y gallego. Y llega su primera novela “Flavio”. Y En la primavera de 1863 ve la luz “Cantares gallegos”. Y en 1880 “Follas novas, Hojas nuevas.”

Sin lugar a dudas, fue con sus "Cantares Gallegos” que enalteció el nombre de su patria y contribuyó a su renacimiento cultural. En la actualidad el 17 de mayo se celebra en Galicia “El Día Universal de las Letras Gallegas”, en honor a la publicación de Cantares gallegos.
Continuando con su legado poético, dejó dos obras más que demuestran la grandeza de su arte: "Follas Novas" y "En las orillas del Sar". Con respecto a su prosa, destacan sus títulos "La hija del mar", "El caballero de las botas azules" y "Padrón y las inundaciones”


Se la reconoce como una de las figuras más importantes de las letras de su época. Es la más sobresaliente figura de la poesía española y gallega del siglo XIX.

BIBLIOGRAFÍA

Poesías:
La Flor (1857)
A mi madre (1863)
Cantares gallegos (1863) (gallego)
Follas novas (1880) (gallego)
En las orillas del Sar (1884) (español)
La gran niña al poder

Narrativa:
La hija del mar (1859) (español)
Flavio (1861) (español)
El cadiceño (1863) (español)
Contos da miña terra I (posteriormente divulgado con el nombre de Conto gallego) (1864) (gallego)
Ruinas (1866) (español)
Las literatas (1866) (español)
El caballero de las botas azules (1867) (español)
El primer loco (1881) (español)
El domingo de Ramos (1881) (español)
Padrón y las inundaciones (1881) (español)
Mi tía la de Albacete (1882) (español)





jueves, 14 de abril de 2016

ABRIL LAS AGUAS MIL







Es abril, pero el cielo parece que lo ha olvidado. En este mes caprichoso, inestable, que a veces amanece con un sol radiante y otro lluvioso un día si otro no. Tras la ventana, allá fuera, un cielo gris, con nubes bajas, gigantes,  amenaza con dejar su huella.

Difícil, comprender esta maravillosa manifestación de la naturaleza, de éste cielo gris, a veces lleno de luz, de oscuridad, de nubes en estado gaseoso, que pronto se convertirá como por arte de magia en lluvias densas, filtrando la tierra e inundando calles, plazas y avenidas.


                                                            

   
Intentando acallar mi mente, pero no mi sentir... En ésta tarde elevo mi alma, dejándome llevar de la mano, de este sensible poeta, que me guía por veredas y senderos.., donde se divisa:

“un prado verde, y un encinar se esfumina, 
y una sierra gris se pierde”...


Y así, aspirando aromas de la madre tierra me voy sumergiendo en ésta maravillosa poesía de Antonio Machado Campos de Castilla:

                                                                     
                                                                Son de abril las aguas mil. 

 “En una nube lejana,
zigzaguea
una centella amarilla.
La lluvia da en la ventana
y el cristal repiqueteo.

A través de la neblina
que forma la lluvia fina,
se divisa un prado verde,
y un encinar se esfumina,
y una sierra gris se pierde.

Los hilos del aguacero
sesgan las nacientes frondas,
y agitan las turbias ondas
en el remanso del Duero.

Lloviendo está en los habares
y en las pardas sementeras;
hay sol en los encinares,
charcos por las carreteras.

Lluvia y sol. Ya se oscurece 
el campo ya se ilumina;
allí un cerro desparece,
allá surge una colina

Ya son claros, ya sombríos
los dispersos caseríos,
los lejanos torreones.

Hacia la sierra plomiza
van rodando en pelotones
                                                                                   nubes de guata y ceniza.”





Antonio Machado Ruiz (Sevilla, 26 de julio de 1875 - Colliure, 22 de febrero de 1939) fue un poeta español, el más joven representante de la Generación del 98. Se formó en la Institución Libre de Enseñanza y en otros institutos madrileños. En 1899, durante un primer viaje a París, trabajó en la editorial Garnier De vuelta a España frecuentó los ambientes literarios, donde conoció a J. R. Jiménez, R. del Valle-Inclán y M. de Unamuno

Allí conoció a Leonor Izquierdo, joven de 17 años con quien se casó en 1909. De Soria el joven matrimonio pasó a París donde Machado asistió a las clases del filósofo francés Henri Bergson.En julio de 1911 tuvieron que regresar a Soria por la enfermedad de Leonor. 

En 1912 la muerte de su esposa provoco una crisis profunda en el poeta, el cual decidió abandonar Soria. Este hecho le afecta profundamente. Pide el traslado a Baeza, donde continúa impartiendo francés entre 1912 y 1919, posteriormente se traslada a Segovia .En los años sucesivos vive en Segovia y Madrid, donde le nombran en 1927 miembro de la Real Academia Española, aunque nunca llegó a tomar posesión de su sillón.

En la evolución poética de Antonio Machado destacan tres aspectos: el entorno intelectual de sus primeros años, marcado primero por la figura de su padre, estudioso del folclore andaluz, y después por el espíritu de la Institución Libre de Enseñanza; la influencia de sus lecturas, de Bergson y Unamuno; y, en tercer lugar, su reflexión sobre la España de su tiempo.

En 1936, padece de arteriosclerosis, y ha perdido casi la vista. De talante izquierdista y defensor de la república se ve obligado a abandonar Madrid tras la Guerra Civil, primero a Valencia para más tarde vivir como exiliado en Colliure, Francia, donde muere el 22 de febrero de 1939
                        
Obra de Machado: Obras

Poesía

1903 — Soledades: poesías
1907 — Soledades, galerías, otros poemas
1912 — Campos de Castilla
1917 — Páginas escogidas
1917 — Poesías completas
1917 — Poemas
1918 — Soledades y otras poesías
1919 — Soledades, galerías y otros poemas
1924 — Nuevas canciones
1928 — Poesías completas (1899-1925)
1933 — Poesías completas (1899-1930)
1933 — La tierra de Alvargonzález
1933 — Poesías completas
1936 — Juan de Mairena (sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo)
1937 — La guerra (1936-1937)
1937 — Madrid: baluarte de nuestra guerra de independencia
1938 — La tierra de Alvargonzález y Canciones del Alto Duero

Teatro

1926 — Desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel
1927 — Juan de Maraña
1928 — Las adelfas
1929 — La Lola se va a los puertos
1931 — La prima Fernanda
1932 — La duquesa de Benamejí