Mostrando entradas con la etiqueta sensaciones.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sensaciones.. Mostrar todas las entradas

miércoles, 22 de enero de 2020

INVIERNO




                                                                           

   

En esta época de nieve, lluvia, frío... Todo se detiene... En ésta estación invernal, aquí en mi hogar en éste remanso de paz y sosiego. 

Al caer la tarde a través de los cristales, observo como pían algunos pájaros. Intentan cobijarse  en las ramas de los árboles, desvestidos, de sus hojas, que volaron, al compás  del viento... Ellos al igual que yo, esperan un nuevo día... 
                                                                                 

                                         
A lo lejos en un cielo plomizo el sol, ofreciéndome los últimos destellos de su luz...
                                                                            


                                               
El día va deshaciéndose... En una caricia tan suave que apenas roza mi piel... En esta tarde de quietud, la poesía  de Antonio Machado  me aviva, me despierta...
En este invierno mio, su invierno... Vuelve a estar presente. Uniéndonos en sensaciones... Con la misma intensidad de aquel tiempo ya vivido...

                                                                              Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados,
sobre los campos, llueve.
Pintaron de gris el cielo
y el suelo se fue abrigando con hojas,
se fue vistiendo de otoño.
La tarde que se adormece
parece un niño que el viento mece
con su balada en otoño.
Una balada en otoño,
un canto triste de melancolía,
que nace al morir el día.
Una balada en otoño,
a veces como un murmullo,
y a veces como un lamento
y a veces viento.
Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados
sobre los campos, llueve.
Te podría contar
que esta quemándose mi último leño en el hogar,
que soy muy pobre hoy,
que por una sonrisa doy
todo lo que soy,
porque estoy solo
y tengo miedo.
Si tú fueras capaz
de ver los ojos tristes de una lámpara y hablar
con esa porcelana que descubrí ayer
y que por un momento se ha vuelto mujer.
Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados…
Entonces, olvidando
mi mañana y tu pasado
volverías a mi lado.
Se va la tarde y me deja
la queja
que mañana será vieja,

 de una balada en otoño.

Es invierno llueve  y hace frío... ¡Cuántas sensaciones... Amo está estación  llena de contrastes!





lunes, 24 de diciembre de 2018

LA VERDADERA AMISTAD


                                                                       

                                                                        


  Siempre he pensado que la verdadera amistad, es uno de los sentimientos más hermosos que podemos experimentar. Se nos da y la recibimos gratuitamente, los amigos no se imponen, es una elección muy personal, si tenemos la suerte de encontrarnos. Desde el primer encuentro nuestras almas no sabemos ¿cómo ni porqué? se reconocen y desde ese mismo instante decidimos  con total sinceridad compartir, confidencias e intimidades sin tener la mínima inquietud de vernos traicionados. Podemos pasar meses e incluso años sin vernos pero sabemos que aunque nuestros caminos sean diferentes nuestra amistad seguirá ahí fuerte e irrompible. ¿Por qué os cuento esto? Porque para mí la amistad comienza por el respeto hacia el otro, sabiendo que lo esencial es saber estar para tus amigos.

 Hace unos días recibí una llamada que me hizo inmensamente feliz. Al otro lado del teléfono, una voz amiga; dado el inmenso cariño que le profeso, me produjo una inmensa alegría. Después de muchos meses sin poder contactar con ella, desde nuestra última conversación, decidí a pesar mio respetar su silencio. (Un silencio en estas circunstancias comprensible).
 Hace un año que le diagnosticaron su enfermedad. Cuando recibió la no esperada y tremenda noticia, decidió encerrarse en sí misma y olvidar cualquier comunicación con las personas que la queremos (en la cual me encuentro yo). Los días se me eternizaban al no saber nada de ella.
 Pasado ese periodo de angustia para ambas, al escuchar de nuevo su voz esos meses interminables se diluyeron, nuestra conversación prosiguió, fácil, fluida... Volvíamos hacer las mismas amigas de siempre a pesar de éste lapso de tiempo sin saber una de la otra.  
   —Como te encuentras—
  —Bien aceptando lo que me pasa...—
  —Eso está bien, y te agradezco inmensamente tu llamada—
  —¿Te sigue apeteciendo leer?
  Su voz a través del teléfono, algo cansada, me contestó:
  —Si, me ayuda bastante, así no pienso...—
  —Genial, te voy a mandar por correo una pequeña historia que leí hace tiempo, quizás te guste—

 “Una mujer muy sabia se despertó una mañana,
Se miró al espejo,
y notó que tenía solamente tres cabellos en su cabeza.
'hummm’ pensó, 'Creo que hoy me voy a hacer una trenza'.
Así lo hizo y pasó un día maravilloso.
 El siguiente día se despertó,
se miró al espejo
Y vio que tenía solamente dos cabellos en su cabeza.
'Hmmm' dijo,
'Creo que hoy me peinaré de raya en medio'
Así lo hizo y pasó un día grandioso.
El siguiente día, cuando despertó,
se miró al espejo y notó
que solamente le quedaba un cabello en su cabeza.
'Bueno' se dijo, 'ahora me haré una cola de caballo.'
Así lo hizo, y tuvo un día muy, muy divertido.
 A la mañana siguiente, cuando despertó,
corrió, al espejo y enseguida notó
que no le quedaba un solo cabello en la cabeza.
¡Qué Bien!, exclamó.
¡Hoy no me tendré que peinar!”

 ¿Por qué he querido haceros participe de esta pequeña historia? Porque al leerla he comprendido que nuestra actitud es todo en la vida de nada nos sirve, lamentarnos, enfadarnos y llorar a solas.
 Porque no solo es necesario compartir nuestro sufrimiento para superarlo. También es bueno compartir lo que nos pasa y expresar nuestras emociones con las personas que queremos y nos quieren.
 Aunque, en estas circunstancias querer estar solo y que te dejen un poco en paz es comprensible. Por todo ello agradecí infinitamente esa llamada suya, sabiendo que aunque la distancia y circunstancia nos haya separado seguimos apoyándonos mutuamente nuestra amistad siempre seguirá fuerte e irrompible a pesar de las circunstancia y pesares...

 Estoy segura que mi amiga cuando leyó la “pequeña historia” se miró en el espejo y acordándose de mí sonrío...


 IMAGEN DE LA RED