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En una playa de fina arena, al atardecer, miraba el horizonte. No quería perderme éste momento mágico que estaba viviendo. Un sol anaranjado, casi rojizo se iba escondiendo en las profundidades del mar.

-Me gustan mucho las puestas de sol; vamos a ver una puesta de sol… -Tendremos que esperar… -¿Esperar qué? -Que el sol se ponga. Pareciste muy sorprendido primero, y después te reíste de ti mismo. Y me dijiste: -Siempre me creo que estoy en mi tierra. |
En efecto, como todo el mundo sabe, cuando es mediodía en Estados Unidos, en Francia se está poniendo el sol. Sería suficiente poder trasladarse a Francia en un minuto para asistir a la puesta del sol, pero desgraciadamente Francia está demasiado lejos. En cambio, sobre tu pequeño planeta te bastaba arrastrar la silla algunos pasos para presenciar el crepúsculo cada vez que lo deseabas…
-¡Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces!
Y un poco más tarde añadiste:
-¿Sabes? Cuando uno está verdaderamente triste le gusta ver las puestas de sol.-El día que la viste cuarenta y tres veces estabas muy triste ¿verdad?Pero el principito no respondió.
Para tod@s que aun conservamos ese niñ@ interior, os recomiendo este bellísimo libro.
El principito (en francés: Le Petit Prince) es una novela corta y la obra más famosa del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944)
Saint-Exupéry, ganador de varios de los principales premios literarios de Francia y piloto militar al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, escribió e ilustró el manuscrito mientras se encontraba exiliado en los Estados Unidos tras la batalla de Francia.