viernes, 27 de marzo de 2020

YO ME QUEDO EN CASA...


   








 “El miércoles 11 de marzo del 2020 el Director General de la Organización Mundial de la Salud, Dr. Tedros Ghebreyesus, declaró la situación de COVID-19 como una pandemia global.” Este virus se transmite de persona a persona cuando se tiene contacto cercano con un enfermo.

 

Aquí en Andalucía el decreto aprobado por el Gobierno para limitar los movimientos de los ciudadanos y en toda España es efectivo. Básicamente nadie puede moverse salvo para ir al trabajo, volver a casa o buscar alimentos y medicinas.

Ahora en estos momentos en “estado de  alarma” que estamos viviendo aquí en España y en el resto del mundo, pienso en esta pequeña  conversación  que mantuve hace ya algún tiempo con una  amiga:

 

—¿No te aburres?

—No, le conteste.

—Pues, no entiendo... ¿Cómo puedes pasar aquí tanto tiempo, como si estuvieras enclaustrada,  y sola...?

—No me siento “enclaustrada, ni sola, como tú dices” estar sola no quiere decir  sentirse sola, Y te diré que sí, podemos, aislarnos, sin que haya la mínima realización de soledad... Amiga, yo disfruto de mi tiempo en soledad, donde  lo cotidiano se vuelve bello...

 —Si tú lo dices...

 

Ahora que estamos viviendo esta pandemia, a nivel mundial contemplo esta sociedad con su "soberbio delirio de omnipotencia y sufro por  la fragilidad humana,  ante  este caos que estamos viviendo...  


Y al mismo tiempo al escuchar las noticias, que nos llegan a través de los medios de comunicación por el Covid-19 experimentó una sensación de alivio y esperanza, al ver el esfuerzo, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante el coronavirus, con su llamamiento a que todos los países cooperen y apoyen, a las personas y las comunidades más afectadas por la enfermedad.


También pienso en todas esas personas que viven aprisionadas por el estrés, siempre mirando el reloj, aceleradas, nerviosas, invadidas por las prisas la mayor parte de su día a día...

Me pregunto: ¿cómo gestionan este tiempo de inmovilidad activa?


Yo, humildemente les invito, ahora que está en juego nuestra propia supervivencia a “Pensar de cómo vivimos” algo que muchas veces se nos olvida. En estos momentos de aislamiento social...

“Vivir la vida y sentirla en quietud” atentos y consciente de su “aquí y ahora” uniendo nuestros  cinco sentidos proporcionando por ese raro placer de saborear el sentir de la vida en familia o bien en soledad, es un gran anhelo que todo ser humano debería experimentar, de modo que incluso el aislamiento nos puede enseñar a vivir este aislamiento con una serena placidez...




Pensar que la madre naturaleza nos habla... El medio ambiente y la atmósfera saturada, por tanta contaminación nos responde y nos invade con esta pandemia a nivel global, rompiendo esa cadena de equilibrio y armonía que nos regaló el Creador, para el gozo y disfrute nuestro.

                                                  






la fragilidad del planeta antes lleno de recursos naturales, por nuestra mala gestión la estamos destruyendo, y se está volviendo en contra nuestra...





 

                                                     
Ha llegado el momento de reflexionar:  Saber quién eres y quién no quieres ser...

¿Por qué vivimos en una sociedad acelerada por la falta de tiempo... Donde el  consumo y despilfarro, es nuestro dios, viviendo un frenesí, loco, por tener de todo, al precio que sea o como sea?.
Estamos acostumbrados a usar y tirar... Sin pensar en él cómo, puede repercutir nuestro comportamiento, a nivel individual y colectivo, ignorando, al que menos tiene y lo necesita...

!Ayudémonos, unos a otros! sabiendo la importancia de nuestro comportamiento, a nivel individual y colectivo, en este tiempo tan difícil que nos toca vivir, a llegado el momento de: reducir, reutilizar y reciclar, difícil pero no imposible.

                                                    


Siendo conscientes de la fragilidad humana, ante esta catástrofe que estamos viviendo, en este tiempo de alerta pongamos todo de nuestra parte, colaborando y acatando, todas las medidas de seguridad ante las restricciones impuestas a la ciudadanía.

Siempre confiada, con la esperanza, en el resurgir de una sociedad más consciente, comprometida y solidaria.  


                                                   
                                                                                                                  

"Por el bien de nuestros semejantes, y por el nuestro propio


¡Yo me quedo en casa! Y me sumo todos los días que hagan falta, a los aplausos, agradeciendo a todos esos sanitarios y profesionales que nos ayudan a protegernos de Covid-19 con una gran y admirable generosidad velando por nuestra salud y seguridad.

 

¡Muchísimas gracias, unidos venceremos!



                                                                                                                                                                      imágenes de red