A veces me acerco al mar vestida de recuerdos...
Camino hacia la orilla, las olas me reciben acariciando y besando mis desnudos pies...
El agua está tibia, la espuma de las olas se mezclan entre mis dedos... Cierro los ojos...
De vuelta a casa sigo sintiendo mis pies sobre el mullido césped, su follaje menudito, va despertándome miles de sensaciones...
El fuerte olor del lentisco mezclándose con el suave olor de las florecillas silvestres, recordándome que el verano acaba de comenzar