En este tiempo estival, vacacional, a todos o casi todos, nos apetece salir de nuestra rutina, viajar, y conocer distintos continentes, países y lugares; contactar con otras culturas, observar su forma de vivir, dejarnos envolver y disfrutar de otros paisajes, con bellos amaneceres y atardeceres. Admirar su arte, sus obras arquitectónicas, disfrutar de su cultura, museos y exposiciones.
Vivir el sentir de sus habitantes, su música, su forma de hablar de comunicarse con nosotros. Tener el placer degustar y saborear su gastronomía llena de sabores, aromas y colores, todo ello siempre es enriquecedor y apasionante.
Unas vivencias que desgraciadamente dadas las circunstancias que estamos viviendo en ésta pandemia a nivel mundial, tendremos aún que esperar para poder viajar libremente a como estábamos acostumbrados, hasta que todo vuelva a la tan ansiada normalidad en nuestro día a día…
Por todo ello vuelvo a recordar aquel viaje que realice hace años, con cierta nostalgia y añoranza y de nuevo a compartir este post, de aquel viaje que me lleno de mil vivencias, que muy difícilmente podre olvidar, sobre todo por el disfrute de vivirlo libremente tranquilamente sin el miedo e incertidumbre, que en estos momentos y circunstancias nos ha tocado vivir...
En estas 10 horas largas que dura el viaje te da tiempo a pensar... Muchas veces el camino de la vida nos va mostrando, pruebas que hay a que superar... Al final pensé: no importa el destino ni las dificultades, mejor pensar en las emociones con las que me pueda encontrar...
¡El tráfico de coches es inmenso! Aviones y una gran flota de helicópteros surca este cielo, que se traslada por medio de autopistas y autovías, cruzado por dentro de las zonas urbanas, disminuyendo sus tiempos de desplazamiento, esto es la solución para todos aquellos que pueden pagarlo. Los menos afortunado tienen que pasar largas horas al volante hasta llegar al destino elegido. Tanto es así que para descongestionar un poco el trafico se le aplica el "rodizio" sistema que permitir controlar la afluencia del trafico según el numero de la matrícula del coche; limitando el horario de libre circulación en horas puntuales.
En el corazón de la ciudad se encuentra la Avenida Paulista, que se ha transformado en el centro financiero, comercial y cultural. Su gran cantidad de atracciones a lo largo de su recorrido y alrededores; bancos, hoteles, consulados, tiendas, museos, cines, bares y teatros, hace esta gran avenida única. Muy cerca se encuentra una de las zonas de más lujo y glamour de Sao Paulo, la calle Óscar Freire,
Es curioso ir por esta calle por el gran contraste que hay con el resto de Sao Paulo.
Entre sus numerosos barrios se encuentra Alphaville:
En este barrio me maravilló sus orquídeas injertadas en los troncos de sus árboles y palmeras, gigantes ¡Aquí, todo es exagerado! en ésta zona residencial poblada de casas señoriales la vigilancia es extrema, un control a la entrada de la urbanización hace pensar para todo aquel que la puede visitar, que aquí solamente vive gente con poder adquisitivo alto deseosos de tener un espacio tranquilo, libre de polución bien cuidado verde y sobre todo seguro. En este pequeño "oasis" se encuentra a unos 29 kilómetros aproximadamente de Sao Paulo centro. En horas punta su recorrido en coche se puede hacer eterno.
Esta gran urbe no deja de sorprenderme... Como en muchas ciudades en las Américas, está integrada por descendientes de otros países. Y así, casi por arte de magia mis pasos me llevan a sumergirme en la cultura que siempre desee conocer en la colonia de japoneses más numerosa fuera de Japón.
Visitar uno de sus muchos restaurante y saborear su comida, el sushi uno de los alimentos más populares tanto en Japón como en el extranjero.
Una delicatessen que sorprende por su minimalismo, elegancia y particular sabor.
Sin olvidar ese arte suyo milenario, el "masaje" una “buena terapia para el cuerpo y el alma.
En el masaje, hay muchas técnicas entre ellas se encuentra el Shiatsu. Este masaje de origen japonés, cuyo objetivo es mejorar la salud y calidad de vida, a través de presiones nos hace sentir, el placer que genera sobre nuestros músculos doloridos, estimulando así la capacidad natural auto curativa del organismo para recuperar la fuerza vital.
"Nada soy yo, cuerpo que flota,
es aire siempre de viaje." Octavio paz
Así, con la satisfacción de haber conocido un país y dos culturas diferentes. En estas seis semanas intensas, y al mismo tiempo fugaz. ¡Cómo vuela el tiempo, parece que llegué ayer! atrás quedaron los días de Sol y del agua de coco.
Vuelvo de nuevo a casa, haciendo un recorrido mental de mi estancia en este país, con recuerdos de personas acogedoras, maravillosas, paisajes, sonidos, olores, sabores, sensaciones y feliz de haber podido ver y sentir la ternura y o sorriso de um bebê, que pega minha mão sem nem soltar... Que siempre a pesar de la distancia estará conmigo en mis pensamientos y corazón...