Hay momentos en la vida donde debemos hacer un
paréntesis y alejarnos de nuestra vida cotidiana para poner un poco
de paz en nuestro mundo interior.
Si logras amistarte con tu corazón te puedo garantizar que nunca te sentirás sól@ tendrás la suficiente valentía para cada proyecto que desees emprender y para cada decisión que necesites tomar.
Estos fueron los pensamientos que me llevo hacer en solitario, el Camino de Santiago, en Agosto del 2010. Una de las experiencias más gratificante que he tenido en mi vida.
Como amante del senderismo y la naturaleza, fue un
gozo para mis sentidos por sus paisajes
llenos de contrastes, paz y silencio sintiendo en cada recodo del camino
sensaciones que llenaban todas las
fibras de mí ser.
La lluvia es
fina, suave… Acaricia mi cara, gotean las hojas de los eucaliptos, el olor que
desprende cada vez es más intenso...
La tierra
bebe se alimenta de éste don generoso, el olor a tierra mojada lo
impregna todo...
Yo… Disfruto de todas estas sensaciones, vida... más vida... más vida...
En ésta fusión con la tierra y el agua empiezo a subir una pendiente de piedras resbaladizas por el agua que empapa mis pies, la subo despacio... Despacio… disfrutándola...Mis cinco sentido en alerta, sintiendo en todo mí ser cansancio y gozo al mismo tiempo, siendo consciente que estos momentos que estoy viviendo son irrepetibles y únicos. Después de subir ésta hermosa cuesta por todas las sensaciones que me ha hecho vivir, entro en la provincia de la Coruña.
Las conífera, pinos y eucaliptos gigante que se entrelazan, siguen siendo mis únicos compañeros de viaje.
Vivencias del camino
El camino se va estrechando a medida que avanzo empiezo a escuchar el sonido de una campana ¿qué
será….? Sigo caminando… A lo lejos veo una manada de vacas
lecheras, de color marrón gordas y hermosas con la ubres llenas de leche.
Vienen de frente
hacia mi ¡Dios mío! ¿Qué hago? miro a
mi alrededor el camino es estrecho con alambres a ambos lado.
¡No tengo donde cobijarme! oigo una voz que me dice.
-No se asuste, son muy buenas, quédese quieta, sin hacer ruido y no tenga miedo.
Me miro el
jersey que llevo puesto ¡de color rojo¡
(En estos momentos me gustaría ser como Pulgarcito y meterme
en un repollo de los muchos que hay en el camino). Pero vuelvo a la realidad y
veo que las tengo delante de mí.
Me quedo quieta mejor dicho ¡inmóvil! por el rabillo del ojo las veo pasar una a una por mi lado. No me atrevo a mirarlas...
Me quedo quieta mejor dicho ¡inmóvil! por el rabillo del ojo las veo pasar una a una por mi lado. No me atrevo a mirarlas...
Pasan rozándome
por el cuerpo y pienso ¡qué valor tienen los
toreros! Quiero tranquilizarme, los
minutos se me hacen eternos. ¡Por fin! veo a la chica que me dice:
¿Ha pasado miedo…?
Su perro un pastor alemán empieza a lamerme y a mover el rabo, lo acaricio.Tranquilizándome le contesto a la chica:
Figúrate sola, con
estas vacas delante de mí... Ella se ríe…, y empezamos a reírnos juntas, yo con risa nerviosa, ella se ríe de
ver mi cara de susto...
Sigue hablando y
comenta - Es complicado pasar las vacas de un prado a otro pero…, no tengo otro
lugar para hacerlo. El camino hay que
compartirlo con los peregrinos.
Ellas duermen en un establo por la noche, por la mañana tengo que llevarla a comer al prado. Procuro hacerlo cuando no veo ningún peregrino. Esta vez cuando me doy cuenta estaba usted delante ya no había marcha atrás. Son muy buenas si no se les provocan...
Ellas duermen en un establo por la noche, por la mañana tengo que llevarla a comer al prado. Procuro hacerlo cuando no veo ningún peregrino. Esta vez cuando me doy cuenta estaba usted delante ya no había marcha atrás. Son muy buenas si no se les provocan...
-Contesto - Ya… ya…, le digo un poco asustada, espero que la próxima vez si me encuentro otra manada de vacas el camino sea más ancho y así poder disfrutar del espectáculo, pero sin miedo...
Me despido de ella y Damián su perro,se pone a dos patas encima de mí dándome un abrazo de despedida. “Buen camino “- contesto- “buen camino”.
Esta situación vivida me llevó por un instante a pensar en la muerte. El miedo a morir a veces nos puede provocar, ansiedad y obsesiones, quizás pasamos demasiado tiempo inútilmente, pensando en nuestra propia muerte aun a sabiendas que la muerte va ligada a nuestra vida.
Desde el momento que nacemos conocemos el final de nuestro destino, sin embargo el temor a morir puede ser tan intenso pensando que algo malo nos sucederá,que nos provoca estados de tristeza quitándonos felicidad al momento que nos ha tocado vivir.
Mario Benedetti, bien supo expresarlo “Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida”.
Todos somos mortales. Al nacer traemos fecha de caducidad y aceptarlo no implica tener que vivir una vida llena de angustias y miedos.
Quiero y deseo disfrutar de los días de mi vida. Aprendiendo a vivir con una realidad que no puedo ni podemos, cambiar.
La vida es demasiado hermosa para disfrutarla y vivir ...Sin temor a nada...
Nadie como el poeta Pablo Neruda supo expresarlo mejor
"Muere lentamente quien no viaja,quien no lee,quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos
trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su
vestimenta
o bien no conversa con quien no
conoce.
Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino
de emociones,
justamente estas que regresan el brillo
a los ojos y restauran los corazones
destrozados.
Muere lentamente
quien no gira el volante cuando está infeliz
con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir
detrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos...
¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡Hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡NO TE IMPIDAS SER FELIZ! "
Nombre completo: Neftalí Ricardo Eliecer Reyes Basoalto, con el seudónimo Pablo Neruda
Lugar de nacimiento: Parral, Chile
Fecha de nacimiento: 12 de julio de 1904
Murió: 23 de septiembre de 1973
Géneros literarios: Poesía
Libros más destacados: Confieso Que He Vivido, Estravagario, Odas Elementales, Veinte Poemas De Amor Y Una Canción Desesperada.
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