Comienza a llover. El crepitar de la lluvia sobre los cristales pone música en esta tarde silenciosa...
El ruido de la persiana hace acto de presencia, somos tres: lluvia, viento y palabras. Sinfonías de sonidos que me acompañan en esta tarde gris.
Solo el calor de las palabras escritas, hace que tome conciencia de este difícil y al mismo tiempo maravilloso mundo de las letras.
Es verdad que el escritor necesita, la soledad, el amor, el dolor, la realidad, la fantasía, para poder transmitir de forma fiel y exacta aquello que está pensando. Entre mis manos un libro.
Solo el calor de las palabras escritas, hace que tome conciencia de este difícil y al mismo tiempo maravilloso mundo de las letras.
Es verdad que el escritor necesita, la soledad, el amor, el dolor, la realidad, la fantasía, para poder transmitir de forma fiel y exacta aquello que está pensando. Entre mis manos un libro.
Su autora Alice
Munro, Premio Nobel de Literatura 2013 maestra de la palabra. Admiración es lo
que me provoca cuando leo sus maravillosas palabras hechas historias.
Y yo me pregunto cuando leo estas maravillosas historias, donde
las palabras están en ese lugar preciso para que el lector goce con ellas. ¿El escritor nace o se hace?¿Cómo se consigue? preparación, imaginación, trabajo o escribir aquello que su corazón le dicte.
A veces transmitir de forma fiel y exacta aquello que pensamos muchas veces,
nos cuesta un gran esfuerzo. Las palabras, las usamos para comunicar,
nuestros pensamientos, todos usamos las palabras, todos contamos, escuchamos
y protagonizamos historias.
Contar historias con
palabras por escrito parece una actividad casi tan natural como hablar o cantar.
Sin embargo, solo algunas personas tienen el don de escribir aquello que están pensando. Juegan con las palabras, al igual que piensan escriben llevando al lector a un mundo real o imaginario.
Les hace sentir todas esas emociones que ellos mismo sintieron cuando plasmaron sus ideas en una hoja en blanco. Ellos conectan, llegan a la mente de aquel que los lee.
Sin embargo, solo algunas personas tienen el don de escribir aquello que están pensando. Juegan con las palabras, al igual que piensan escriben llevando al lector a un mundo real o imaginario.
Les hace sentir todas esas emociones que ellos mismo sintieron cuando plasmaron sus ideas en una hoja en blanco. Ellos conectan, llegan a la mente de aquel que los lee.
A veces me pregunto. ¿Qué hago yo en este mundo de la palabra escrita? y me siento una intrusa... Pero también sé que "Cuando el alumno está preparado aparece el maestro” Y Según palabras de Newton “Pude ver más lejos y llegar más alto porque me apoyé sobre los hombros de
verdaderos gigantes…”
Por todo ello me vengo arriba e intento de éstos grandes gigantes, maestros de la palabra escrita, aprender, escribir y plasmar humildemente todo lo que pienso y siento...
Después de esta pequeña pausa, sigo
leyendo, disfrutando del encuentro de maravillosos libros de su lectura y de este maravilloso libro. “Demasiada
felicidad"
La escritora canadiense Alice
Munro “Maestra del relato corto" nacida en Wingham
(Ontario) en 1931, es la decimotercera mujer que obtiene el galardón más
importante de las letras universales.
Se inició en la literatura
a los 30 años, con cuentos y relatos que vendía para la radio pública
canadiense.
Ha volcado en su literatura la
experiencia de su vida cotidiana.La autora, madre de tres hijas ha reconocido la importancia de su madre y de las mujeres que ha conocido en su vida para construir su gran territorio literario.
Hija de una profesora y un granjero, estudió
periodismo y filología inglesa pero abandonó los estudios para casarse y ser
ama de casa.
Entonces aún no escribía. Montó
una librería con su primera esposo, padre de sus tres hijas, hasta que se
divorciaron. La escritora, se casó por segunda vez (aunque mantuvo el apellido
de su primer marido) empezó a publicar con éxito en 1968.
En la actualidad está considerada
como una de las principales escritoras actuales en lengua inglesa y una de las maestras mundiales del
relato contemporáneo. Es autora de doce volúmenes de relatos, dos antologías y
una novela.
A lo largo de su carrera ha recibido
numerosos premios de prestigio, entre los que cabe destacar el Governor
General’s Award de Canadá, que le ha sido concedido en tres ocasiones, el W.H.
Smith Prize, el National Book Circle Critics Award de los Estados Unidos, el
PEN/Malamud Award for Excellence in Short Fiction, el Rea Award for the Short
Story, el Giller Prize, el Trillium Prize y el Libris Award. Y ahora, el más
deseado, el Premio Nobel de Literatura.
Algunos de sus cuentos
Dance of the Happy Shades (1968)
Las vidas de las mujeres (1971) su única novela
Las lunas de Júpiter (1982, edición original)
Progreso del amor (1986)
Amistad de juventud (1990)
Secretos a voces (1994)
El amor de una mujer generosa (1998)
Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio (2001)
Escapada (2004)
La vista desde Castle Rock (2008)
Demasiada felicidad (2009)
Mi vida querida (2013)